Programa de rehabilitación respiratoria

1. Aumenta la tolerancia al ejercicio físico.

2. Disminuye la fatiga.

3. Mejora la capacidad cardio-respiratoria.

4. Mejora la fuerza muscular general y de los músculos respiratorios.

5. Disminuye los síntomas de ansiedad y depresión, y mejora la autoestima.

6. Disminuye el número de ingresos hospitalarios.

7. Mejora la calidad de vida.

En una primera consulta con nuestro médico rehabilitador se realizan una serie de pruebas que permiten valorar si la persona es apta para poder realizar el programa y definir los parámetros de entrenamiento.

Esta valoración incluye una prueba de espirometría, una medición de la fuerza de las extremidades y de los músculos respiratorios y una valoración de la capacidad funcional.

Al final del programa se analizan los resultados y se propone un plan de entrenamiento futuro individualizado según las preferencias y necesidades de cada paciente.

Entrenamiento aeróbico en cicloergómetro.

Trabajo de resistencia en bicicleta estática con cargas progresivas.

Es la parte más importante del entrenamiento. Mejora la capacidad física, la tolerancia al ejercicio y la calidad de vida.

Entrenamiento de la fuerza de brazos y piernas.

Utilizamos mancuernas, bandas elásticas, TRX® y otros recursos.

En la EPOC también se debilita la musculatura de las extremidades. Combinado con el ejercicio aeróbico, entrenar la fuerza permite mejorar los resultados del entrenamiento.

Entrenamiento de la fuerza de la musculatura inspiratoria.

Mediante el dispositivo Threshold IMT®

Fortalecer el diafragma reduce la sensación de fatiga (disnea) y aumenta la tolerancia al ejercicio.

Bajo la supervisión del fisioterapeuta se aprenden técnicas de drenaje de secreciones y de reeducación respiratoria.

Aconsejamos al paciente sobre el manejo de su enfermedad, la correcta toma de la medicación, la importancia de la actividad física y el manejo de la disnea.

Dependerá de la valoración inicial del médico y del estado de salud del paciente.

La duración oscilará entre 6 y 12 semanas con una frecuencia de 2 o 3 sesiones semanales dependiendo de cada caso.